“La imposición de las cenizas
nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida
definitiva se encuentra en el Cielo”, expresó el
Sacerdote.
La Cuaresma comienza con el miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
Al momento de la imposición de la ceniza sobre la cabeza, el
sacerdote les recuerda las palabras del Génesis, después del pecado original: “Acuérdate,
hombre, de que eres polvo y en polvo te has de convertir”, que
recuerdan a los fieles tres verdades fundamentales: su nada, su condición de
pecadores y la realidad de la muerte.
La comunidad SENA aceptó iniciar el tiempo de cuaresma
mediante cinco pilares: Hacer las cosas bien, con objetivo, de corazón,
compromiso y humildad.
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